Tablero de pistas de foreshadowing con notas

4 tipos de foreshadowing

4 tipos de foreshadowing

Tabla de contenidos

Las técnicas narrativas son herramientas muy útiles para construir una novela de forma coherente y atractiva. Hace un tiempo dediqué un artículo (puedes leerlo aquí) a hablar de aquellas relacionadas con el tiempo de la narración: elipsis, flashback, ralentización… Hoy traigo otra técnica muy utilizada en narrativa, pero tal vez menos comentada: el foreshadowing.

¿Qué es el foreshadowing?

Antes de comentar las formas de esta técnica narrativa y su utilidad para los escritores, conviene aclarar qué entendemos exactamente al hablar de foreshadowing.

Foreshadowing es una palabra que no tiene una sola traducción en español, pero, de todas las que se suelen utilizar, anticipación es probablemente la que mejor define en qué consiste la técnica. Y es que introducir foreshadowing en una narración es aludir de forma más o menos sutil a un evento que sucederá y/o adquirirá importancia más adelante en la historia, es decir, anticiparle al lector algo de la trama.

Se trata, por tanto, de una técnica narrativa muy útil, pues permite jugar con la trama y el lector, involucrándolo en la narración.

Los 4 tipos de foreshadowing

Es habitual encontrar este tipo de señales en ficción, pero no siempre se llega a reparar en ellas; en muchos casos, son tan sutiles que, aunque resulten relevantes en la trama, el lector no repara de forma consciente en ellas hasta más adelante. Y esto es así porque, como en muchas técnicas narrativas, en el foreshadowing encontramos distintos grados (cuatro, en concreto), en función de lo evidente que sea. La manera en que se construye la anticipación y el impacto que tiene en la novela dependen del tipo del que estemos hablando.

Estos son los distintos tipos de anticipación o foreshadowing, de más a menos evidente.

Mujer leyendo junto a la ventana foreshadowing

El presagio

La principal característica del presagio es que se trata de un elemento que el lector reconoce como algo clave en la historia, sobre el que se regresará en un momento posterior. Es una anticipación que debe ser evidente, pero que debe permitir cierto grado de sorpresa en el momento de la trama en el que se desvela por completo y adquiere mayor relevancia.

Un buen ejemplo de presagio en una narración sería una profecía en la que, por ejemplo, se adelanta al protagonista que va a perder lo que más quiere en el mundo, pero sin explicitar qué, quién, cómo ni cuándo; esa incertidumbre es la que provoca la tensión narrativa y el suspense que el lector necesita para seguir interesado por la historia.

Otra forma común de construir este tipo de foreshadowing es a través de la voz del narrador, usándolo para anticipar un suceso o un desenlace.

La promesa

En este caso, la anticipación establece un acuerdo entre el autor y el lector al resaltar algo que será importante en la trama más adelante, pero siempre de una forma que sorprenda al lector. Puede ser un objeto, unas palabras concretas o algún acto del personaje. Lo importante es que luego se cumpla esa promesa con el lector: el elemento anticipador tiene que adquirir relevancia en algún momento de la historia.

Las promesas no cumplidas, en algunos casos, provocan la sensación de que hay cabos sueltos en la trama, por lo que debes asegurarte de resolverlas o, en caso de no poder o querer hacerlo, eliminarlas.

Este foreshadowing se utiliza bastante al principio de la novela para establecer el tono y enganchar al lector. Un ejemplo sería que un personaje se guarde una pistola en la chaqueta, evidenciando que más adelante la utilizará; a lo largo de la trama, se irá desvelando por qué y cómo (venganza, ajuste de cuentas, la utiliza consigo mismo…), pero ese gancho inicial consigue enganchar al lector al anticiparle el desenlace y dejarle con la intriga.

La pista

La pista es aquel elemento que da claves sobre aspectos de la trama y que suelen pasar inadvertidas en muchos casos, pero que en una segunda lectura de la novela o en la conclusión resultan evidentes.

El ejemplo más habitual de pistas lo podemos encontrar en las novelas policíacas, donde se introducen pistas muy claras para el lector, pero que resultan ser falsas (lo que se conoce como red herrings), y otras más sutiles en las que no se repara a primera vista y que conocemos, sobre todo, por la explicación final del detective al exponer la resolución del caso.

El uso de pistas requiere un gran control y mucha planificación de la novela para poder atraer al lector hacia estos elementos mientras, al mismo tiempo, se le distrae con red herrings para que no descubra demasiado pronto la importancia de las pistas reales.

El signo

El signo es un elemento simbólico que anticipa un hecho de la trama, pero de forma muy sutil, tanto que a veces es incluso necesario un análisis profundo de la obra para descubrirlo. Es el tipo de anticipación más difícil de utilizar de forma efectiva, porque es altamente sutil: el lector no repara en él porque está muy camuflado, ya sea porque se presenta como funcional en otro aspecto de la trama o porque se introduce en un contexto que no nos hace pensar en su significado real. Estos elementos anticipatorios sirven para aportar matices que enriquezcan la lectura.

Razones para hacer foreshadowing en tu novela

Personas escribiendo en libreta foreshadowing con boli.

Hay varios motivos por los que el foreshadowing puede ser una buena herramienta que te permita enriquecer tu narración. Una razón puramente estética es que permite establecer ciertos paralelismos en la novela que aportan sensación de orden, pero también contribuye de forma más profunda en la narración.  

El foreshadowing tiene una función muy importante a nivel narrativo: aportar verosimilitud. Este término es importante tenerlo siempre presente al escribir una novela, pues hace referencia a la sensación de credibilidad que despierta la obra en el lector. ¿Tiene sentido que el personaje actúe de esa manera en ese momento concreto? ¿Ese hecho es lógico dentro del desarrollo de la trama? Si la respuesta es sí, quiere decir que la historia es verosímil.

Es imprescindible que una novela tenga un grado mínimo de verosimilitud, pues si no es muy probable que el lector no llegue ni siquiera a la mitad de la obra, o, en caso de que la termine, quede decepcionado. Nadie quiere leer una serie de hechos y eventos que suceden porque sí, de forma inesperada y sin sentido. El foreshadowing ayuda a anticipar hechos de la trama de forma que el lector, cuando llega a ellos, tiene la sensación de que son lógicos porque es capaz de relacionarlos con el resto de la historia.

Además de la verosimilitud, el foreshadowing ayuda a crear tensión narrativa y a crear expectativas en el lector. Si introducimos un elemento anticipatorio en nuestra novela que indique un futuro evento dramático o la respuesta de un interrogante interesante (por ejemplo, sabemos que un personaje es importante pero no sabemos por qué ni cómo), nos será más fácil mantener al lector enganchado.

Comparte esta entrada:

Hablamos sobre:

CONTACTO¿Necesitas más información?

En Lluvia de tinta encontrarás todos los servicios que necesitas para publicar tu libro y que se convierta en el éxito que siempre has deseado. Contacta conmigo y te informaré de manera personalizada.

Maite-4

Entradas relacionadas