Chica leyendo libro sobre organizar una novela

Cómo organizar una novela en capítulos

Cómo organizar una novela en capítulos

Tabla de contenidos

A nivel formal, las novelas suelen tener distintas divisiones, pero la más importante es, sin duda, los capítulos. Para organizar una novela en capítulos hay varios aspectos que tendremos que considerar, como cuáles son el número y la extensión apropiados o cómo dividirlos según el desarrollo de la trama. En el artículo de hoy hablaremos sobre cómo organizar una novela en capítulos con sentido y coherencia.

Capítulo nuevo organizar una novela en libro

Qué entendemos por capítulo

Antes de hablar de cómo organizar una novela en capítulos, es importante comentar brevemente las tres grandes divisiones formales y de contenido que podemos encontrar en una novela. Estas son las partes, el capítulo y la escena.

  • Escena: Una escena es una unidad dramática dentro de la novela, es decir, un fragmento de la trama con continuidad propia que narra una única situación, con unos personajes concretos y en el mismo espacio. Así, la división en escenas siempre estará relacionada con el contenido de la trama.

  • Capítulo: El capítulo es la siguiente división que encontramos en una novela, después de la escena y más extensa que esta. De hecho, un capítulo puede (y suele) englobar varias escenas, aunque también es posible que contenga solamente una o que termine de forma abrupta antes de que finalice la escena, continuando esta en el siguiente capítulo. Por tanto, a pesar de que no es extraño que la división en capítulos se haga con base en la trama, no es obligatorio, pues se trata de una organización más formal que la escena.

  • Partes: Además de organizar una novela en capítulos y las escenas, que es lo más habitual, también podemos optar por dividir la narración en fragmentos más grandes; hablamos de las partes. En este caso, tampoco hay una norma fija, aunque, como toda decisión que tomemos sobre nuestra novela, la estructuración debe ser coherente. Normalmente, la división de partes se hace cuando hay distintos tiempos en el presente narrativo (estaciones del año, por ejemplo), cuando dedicamos varios capítulos a distintos personajes o para dividir subtramas en novelas de gran volumen. 

Cómo decidir el número y la extensión de los capítulos

Una duda que tienen con frecuencia los autores a la hora de organizar una novela en capítulos es la cantidad que debe tener su libro y la extensión de estos. La respuesta es que no existe una norma que indique cuál es el número ideal de capítulos en una novela ni qué extensión deberían tener estos. No obstante, sí hay ciertas convenciones que se suelen seguir y en las que podemos apoyarnos si no sabemos cómo organizar una novela.

En la mayoría de los casos, los capítulos suelen tener entre 2500 y 4000 palabras. Sin embargo, lo más importante no es conseguir un número redondo, sino asegurarse de que la división de los capítulos tenga coherencia y funcione bien, es decir, que favorezca al ritmo narrativo, al desarrollo de la trama y, por supuesto, a mantener enganchado al lector. Sí se suele apostar por mantener cierta uniformidad en la extensión de los distintos capítulos; es poco habitual encontrar obras en las que uno tenga 4000 palabras y el siguiente solamente 500, aunque es posible. Eso sí, es importante que en cada capítulo haya al menos un hecho o una acción que haga avanzar la trama.

Por otro lado, el número de capítulos de la novela tampoco se basa en un manual de instrucciones. Hay novelas que tienen 30 capítulos y otras que solamente tienen uno. Normalmente, la cantidad depende de la longitud de la obra, pero hay flexibilidad; en última instancia, es al propio autor a quien corresponde tomar esa decisión.

Mujer escribiendo como organizar una novela y gato

Por qué organizar una novela en capítulos

La idea general es que la decisión del autor sobre cómo organizar una novela tiene que tener un porqué, que generalmente consiste en cumplir una función, muchas veces relacionada con el ritmo.

La estructuración en capítulos puede ayudar a agilizar o ralentizar el ritmo narrativo, por lo que dependerá de lo que pretenda el autor. Lo que está claro es que organizar una novela en capítulos puede mejorar la experiencia de los lectores, ya que les ofrece descansos y permite introducir intriga y tensión que mantendrán su interés.  

Cómo dividir una novela en capítulos

Existen tantas formas de organizar una novela en capítulos que es imposible cubrirlas todas en un artículo. Sin embargo, veremos algunas de las más habituales, que pueden servirte de guía para escoger cómo dividir tu propia obra.

Por personajes

Este tipo de división es especialmente útil en novelas río, es decir, aquellas en las que hay varios personajes cuyas tramas y puntos de vista se van alternando. Para no mezclar las perspectivas y confundir al lector con cambios en un mismo capítulo, podemos dedicar uno a cada personaje y subtrama distintos.

Un buen ejemplo de esta forma de organizar una novela en capítulos es la saga Canción de hielo y fuego, de George R. R. Martin, en la que el autor juega con las perspectivas en cada capítulo para hilar la trama principal y ofrecer una imagen completa de la historia a través de varios personajes.  

Por trama

Esta es la manera más habitual de organizar una novela en varios capítulos. Consiste en hacer una división de la trama separándola en fragmentos en los que suceda un solo hecho, generalmente, o que tengan una sola función (poner en contexto, presentar un personaje, cambiar de escenario). Es probablemente la más sencilla de aplicar, puesto que suele surgir de manera bastante natural al planear la trama de la novela.  

Por tiempo

Otra forma de organizar una novela consiste en estructurar los capítulos en función del tiempo transcurrido. Un ejemplo de esto serían las novelas románticas juveniles, en las que es habitual encontrar capítulos dedicados a unidades de tiempo concretas; es decir, cada capítulo abarca un día, por ejemplo, y se pasa a otro antes de narrar el día siguiente.

Por espacio

Esta división es bastante teatral, pues es ese género literario es habitual que las escenas y los actos se dividan en función del espacio o lugar donde transcurre la acción. Organizar una novela de esta forma es buena opción si hay varios hechos en la trama relacionados con el lugar donde suceden, es decir, cuando los espacios tienen mucha relevancia y tienen que ser descritos de forma más o menos extensa. Así, evitamos tener que llenar un solo capítulo con descripciones de varios espacios, que podría ser excesivo.

Cuándo organizar una novela en capítulos

Manos sosteniendo un manuscrito para organizar una novela

Ahora que ya tenemos algunas ideas sobre cómo organizar una novela en capítulos tenemos que pensar cuándo hacerlo, es decir, el momento del proceso de escritura idóneo para hacer esta estructuración.

Lo más sencillo es planear la organización en capítulos antes de comenzar la escritura, al considerar la estructura de la trama, de manera que podamos comenzar a escribir aplicando ya esa división. Esto puede ayudar también a garantizar un buen desarrollo de la trama y evitar bloqueos de escritor, pues podemos usar una plantilla de capítulos como guía de los hechos que deben ocurrir en cada momento y su progresión. Sin embargo, hay que tener en cuenta también que, por mucho que escribamos una novela con una estructuración en capítulos concreta, en el proceso de revisión de la obra siempre estamos a tiempo de corregir y pulir aquellos aspectos que no funcionan.

Si al trabajar sobre tu primer borrador para perfeccionar tu obra te das cuenta de que en algún momento la división no funciona, ya sea porque un capítulo no tiene suficiente contenido o porque el momento en que lo has cortado carece de lógica narrativa, no tienes por qué preocuparte; siempre hay margen para eliminar, añadir y modificar hasta conseguir un resultado satisfactorio.

Para algunos autores, esto resulta sencillo, pero hay otros que tienen más dificultades para determinar si la estructura funciona o qué cambios deberían realizarse; es algo totalmente normal, ya que el escritor no tiene suficiente distancia con su propia obra para verla desde una perspectiva totalmente objetiva. Por eso es tan útil el trabajo de editores independientes y asesores editoriales, que pueden ofrecer una perspectiva analítica sobre el texto a través de un informe de lectura, herramienta muy útil para que los autores hagan la revisión de sus manuscritos. Si ese es tu caso, o te surgen otras dudas sobre la organización y la escritura de tu novela, puedes contactar conmigo sin compromiso.

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