El pacto de ficción es un concepto fundamental en la teoría literaria y en la creación de ficción. También conocido como pacto lector, este acuerdo tácito entre el autor y el lector establece las reglas del juego narrativo, permitiendo que el lector se adentre en la historia con una disposición adecuada para aceptar la ficción como una realidad temporal. Este pacto es esencial para la inmersión y el disfrute de la narrativa, y en este artículo exploraremos su significado, su importancia y cómo se construye en diversas formas literarias.
El pacto lector o pacto de ficción
El pacto lector es una especie de contrato implícito entre escritor y lector en el que ambos juegan un papel importante para el proceso de lectura. El lector se compromete a suspender su incredulidad, es decir, a sumergirse en la historia como si la narración contara hechos reales. El autor, por otra parte, debe presentar la historia de forma verosímil, lo cual implica respetar la coherencia de la propia trama y todos los elementos narrativos.
Así se consigue una suspensión de la incredulidad que sustenta el pacto de ficción. Para que este pacto no se rompa, lo que supondría un obstáculo para la lectura, es importante que el escritor tenga en cuenta y respete el horizonte de expectativas de sus lectores.
Aspectos imprescindibles del pacto de ficción
El pacto de ficción es vital para el éxito de una narrativa porque establece la base sobre la cual se construye la relación entre el autor y el lector. Sin este pacto, el lector podría no involucrarse emocionalmente con la historia, lo que disminuiría su impacto y disfrute. Estos son los tres elementos imprescindibles para que se pueda producir el pacto lector.
Suspensión de la incredulidad
El pacto lector permite que el lector acepte elementos improbables o imposibles dentro del contexto de la historia. Esta suspensión de la incredulidad es fundamental para la inmersión en géneros como la fantasía, la ciencia ficción y el terror.
Coherencia interna
Para que el pacto funcione, la narrativa debe mantener una coherencia interna. Esto significa que las reglas del mundo ficticio deben ser consistentes a lo largo de la historia. Cualquier ruptura en esta coherencia puede sacar al lector de la inmersión y romper el pacto.
Inmersión y emoción
Al aceptar el pacto de ficción, el lector permite que los eventos de la historia le afecten emocionalmente. Esta conexión emocional es lo que hace que la narrativa sea poderosa y memorable.
Cómo establecer el pacto de ficción
Los escritores deben conocer cómo construir y mantener el pacto de ficción en sus narraciones desde el principio de la obra, en las primeras páginas. Para ello, es importante introducir de forma atractiva y coherente los aspectos narrativos que más influyen en el pacto lector. Algunas estrategias para conseguirlo son:
Introducción clara del mundo ficticio
Desde el inicio de la obra, el autor debe presentar claramente el mundo ficticio y sus reglas. Esto incluye detalles sobre el entorno, los personajes y las normas que rigen ese mundo. Una introducción sólida ayuda al lector a comprender y aceptar el escenario de la historia.
Este aspecto es especialmente importante en aquellas historias cuya ambientación es muy distinta del mundo en el que reside el lector, por ejemplo, en mundos de fantasía, futuristas o distópicos.
Consistencia en las reglas del mundo ficticio
Una vez que se establecen las reglas del mundo ficticio, es crucial que el autor las respete a lo largo de la narrativa. Cualquier inconsistencia puede romper el pacto y sacar al lector de la historia.
Un ejemplo de ruptura de este punto son los mundos fantásticos en los que la magia no tiene unas reglas fijas, sino que se utiliza como recurso para cuando el escritor no sabe cómo seguir la historia. Esto provoca en los lectores una sensación de inverosimilitud e incredulidad que rompe el pacto de ficción.
Desarrollo de personajes verosímiles
Los personajes deben actuar de manera coherente con sus personalidades y el mundo en el que habitan. El desarrollo de personajes verosímiles y complejos refuerza el pacto lector al permitir que los lectores se identifiquen con ellos y se preocupen por su destino.
Como ya hemos comentado en otros artículos, los personajes son el motor de la historia, el elemento que hace avanzar la trama. Por eso, es habitual que las incoherencias y la inverosimilitud en el desarrollo de los personajes supongan una barrera para que el lector se sumerja en la historia.
El horizonte de expectativas en el pacto lector
La escritura (y, por extensión, la lectura) es una forma de comunicación con ciertas particularidades. A diferencia de una conversación real, en la literatura, el mensaje transmitido, la historia, tiene un contexto ficcional. Este lo crea el autor y no tiene por qué reflejar el contexto real del lector. Así, para que este último acepte esa invitación a jugar, es imprescindible que el escritor construya su narración con unas reglas y pautas identificables y, sobre todo, coherentes a lo largo de la trama.
Como ya se ha comentado, las contradicciones pueden hacer que el lector rompa el pacto de ficción, abandonando la lectura. Sin embargo, este no es el único elemento que influye en el contrato lector. El horizonte de expectativas del lector es otro aspecto fundamental en esta experiencia.
Hans Robert Jauss, importante estudioso de la teoría de la recepción, explica el horizonte de expectativas como el conocimiento y las ideas preconcebidas del lector, que influyen en la interpretación que hace de la obra. Un elemento que tiene un papel clave en la configuración de ese horizonte es el género literario.
El pacto lector varía dependiendo del género literario, ya que cada uno tiene sus propias convenciones y expectativas. Veamos cómo se aplica este concepto en algunos géneros específicos:
Fantasía y ciencia ficción
Estos géneros dependen en gran medida del pacto lector para funcionar, ya que presentan mundos y elementos que no existen en la realidad. La construcción de un mundo detallado y coherente es fundamental para que el lector acepte y disfrute la historia.
Ejemplo: En Dune, de Frank Herbert, el mundo de Arrakis se presenta de manera tan detallada y coherente que el lector acepta las premisas fantásticas del relato.
Realismo mágico
En el realismo mágico, el pacto lector implica aceptar la integración de elementos mágicos en un entorno realista. Estos elementos se presentan de manera cotidiana, lo que requiere que el lector acepte lo extraordinario como parte de la realidad de la historia.
Ejemplo: En La casa de los espíritus, de Isabel Allende, la presencia de fantasmas es un hecho sobrenatural que, sin embargo, se presenta de una forma natural dentro de la narrativa, haciendo que el lector acepte estos hechos como parte del mundo del libro.
Novela policíaca
La coherencia en los procedimientos y la lógica en la resolución del misterio son esenciales para mantener el pacto de ficción en las novelas policíacas. Además, introducir giros en la trama, pistas falsas y grandes revelaciones en el desenlace ayuda a construir el pacto de ficción, pues estos elementos forman parte del horizonte de expectativas asociado a este género.
Ejemplo: En las novelas de Sherlock Holmes, los lectores aceptan las extraordinarias habilidades deductivas del protagonista y la veracidad de los casos presentados gracias a la consistencia y el detalle con que se describen las investigaciones.
Romper el pacto lector: riesgos y consecuencias
Romper el pacto lector puede tener consecuencias desastrosas para la narrativa. Esto ocurre cuando el autor introduce inconsistencias, deus ex machina o elementos que desafían las reglas establecidas del mundo ficticio sin una justificación adecuada. Cuando el pacto se rompe, el lector puede perder la conexión con la historia, disminuyendo su impacto y disfrute.
Por ejemplo, si en una novela de ciencia ficción que ha establecido reglas claras sobre la imposibilidad de viajar en el tiempo un personaje de repente utiliza un dispositivo de viaje temporal sin explicación, el lector puede sentirse traicionado y desconectado de la narrativa. Esto puede llevar a la ruptura del pacto de ficción, lo que afectaría negativamente a la experiencia de lectura.
Conclusión
El pacto lector es un elemento crucial en la construcción de cualquier narrativa de ficción. Establece un acuerdo implícito que permite al lector suspender su incredulidad y sumergirse en el mundo creado por el autor. Para mantener este pacto, es esencial que en la novela se presente un mundo coherente, se desarrollen personajes verosímiles y se respeten las reglas establecidas a lo largo de la historia.
El pacto lector es la base sobre la cual se construye una experiencia de lectura envolvente y satisfactoria en cualquier género narrativo, por lo que es imprescindible respetarlo, y hay que tenerlo en cuenta durante la revisión del manuscrito terminado.
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