El género fantástico es uno de los más antiguos y a la vez más complejos de la literatura. Desde sus orígenes, los libros de fantasía han capturado la imaginación de los lectores al presentar mundos donde lo sobrenatural, lo mágico y lo maravilloso se entrelazan con la realidad. Este género no se limita a la evasión o la fantasía en su sentido más trivial, sino que suele explorar temas profundos muy humanos, como el bien y el mal, la lucha por el poder, la naturaleza de las personas y los problemas sociales. En este artículo, veremos el origen de la novela fantástica, sus características generales y los principales subgéneros de los libros de fantasía en la actualidad.
Origen del género fantástico
El origen de la literatura fantástica se remonta a mitos, leyendas y epopeyas de la antigüedad, donde se narraban historias de dioses, héroes y criaturas sobrenaturales. Textos antiguos como la Epopeya de Gilgamesh, la Ilíada y la Odisea de Homero o las sagas nórdicas ya pueden considerarse libros de fantasía, pues contienen elementos fantásticos que eran aceptados como parte de la cosmovisión del mundo antiguo.
Sin embargo, el género fantástico como tal comenzó a tomar forma en la Edad Media con obras como los romances caballerescos y las leyendas artúricas, que mezclaban la realidad histórica con lo sobrenatural. Autores como Geoffrey de Monmouth y Chrétien de Troyes introdujeron elementos mágicos y criaturas míticas en sus relatos.
Ya en la época moderna, el siglo XIX fue un punto de inflexión para el desarrollo de la novela fantástica. Autores como Edgar Allan Poe, con sus relatos de terror gótico, y Mary Shelley, con su innovadora novela Frankenstein (1818), comenzaron a explorar las fronteras entre lo natural y lo sobrenatural de maneras nuevas e inquietantes. Este período también vio el surgimiento de la fantasía como una forma distinta de literatura, sobre todo en los trabajos de George MacDonald y William Morris.
No obstante, el auge de los libros de fantasía en el panorama literario se produjo en el siglo XX a raíz de la obra de J.R.R. Tolkien, cuya monumental trilogía El señor de los anillos estableció muchos de los estándares y las convenciones que configuraron la novela fantástica como género. Desde entonces, la literatura fantástica ha seguido evolucionando y diversificándose, con una creciente variedad de subgéneros y estilos.
Características generales de los libros de fantasía
Los libros de fantasía (tanto las novelas «tradicionales» como las gráficas o cómics) tienen una serie de características y convenciones que los distinguen de otros géneros literarios. A continuación, enumeramos algunos de los elementos más destacados:
- Mundos imaginarios. La fantasía suele tener lugar en mundos creados por completo o en parte por el autor, que pueden estar completamente desvinculados de nuestra realidad o coexistir de alguna manera con ella. Estos mundos pueden incluir geografías, culturas, religiones y/o sistemas de magia únicos.
- Elementos sobrenaturales. La inclusión de seres o fenómenos sobrenaturales es uno de los rasgos definitorios del género. Criaturas como dragones, elfos, brujas y magos son comunes, al igual que objetos mágicos y poderes extraordinarios.
- Magia y sistemas de poder. La magia es un componente central en muchas novelas fantásticas. A menudo, los autores desarrollan sistemas de magia complejos, con reglas claras y límites específicos. La magia puede ser tanto un recurso narrativo como un reflejo de las luchas de poder o la naturaleza del mundo creado.
- El héroe y el viaje. La mayoría de historias de fantasía siguen la estructura del viaje del héroe, donde un personaje, a menudo ordinario, se ve arrastrado a una aventura épica que lo llevará a confrontar grandes desafíos, tanto externos como internos. Este héroe puede ser un elegido, alguien de linaje noble o simplemente un individuo común que descubre habilidades ocultas.
- Lucha entre el bien y el mal. En muchos libros de fantasía existe una clara dicotomía entre las fuerzas del bien y del mal. Los personajes principales, ya sean héroes o villanos, suelen representar estas fuerzas opuestas, y el conflicto entre ellas es uno de los motores principales de la narrativa.
- Mitologías propias. Algunos autores de género fantástico crean mitologías completas para sus mundos, con dioses, leyendas y relatos que enriquecen la trama. Estas mitologías pueden ser inspiradas por culturas reales o completamente originales.
Subgéneros de la fantasía literaria
El género fantástico, al no estar atado a la representación pura de la realidad, da a los autores una flexibilidad que otros géneros no permiten. Esto ha facilitado que, con su desarrollo, los libros de fantasía se hayan diversificado en varios subgéneros que se distinguen por sus características y convenciones particulares. A continuación, exploraremos algunos de los subgéneros más relevantes.
Alta fantasía (high fantasy)
La alta fantasía se caracteriza por desarrollarse en mundos completamente inventados, con sus propios sistemas de reglas, magia y criaturas. Es en lo que normalmente pensamos cuando hablamos de libros de fantasía, es decir, el «género puro» (si existe tal cosa en literatura). El conflicto principal en estos relatos suele ser épico y a gran escala, y enfrenta a las fuerzas del bien contra las del mal. Las historias de alta fantasía a menudo se centran en héroes nobles que deben salvar el mundo o derrotar a una gran amenaza.
Características:
- Mundos completamente imaginarios y detallados.
- Conflictos épicos entre el bien y el mal.
- Personajes arquetípicos como el héroe, el villano, el sabio y la princesa.
Ejemplos de libros de alta fantasía:
- El señor de los anillos de J.R.R. Tolkien.
- La rueda del tiempo de Robert Jordan.
- Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin.
Baja fantasía (low fantasy)
A diferencia de la alta fantasía, la baja fantasía se centra en un mundo como el nuestro, real, donde convive lo sobrenatural de forma abierta u oculta, y en el que puede haber mundos «paralelos». En lugar de grandes epopeyas, este subgénero tiende a concentrarse en conflictos más personales y políticos, y su nivel de elementos fantásticos es menor que en la alta fantasía (de ahí su nombre, «baja»).
Características:
- Elementos mágicos o sobrenaturales que coexisten con una realidad más cercana a la nuestra.
- Foco en conflictos políticos y personales en lugar de épicos.
- Personajes menos arquetípicos y diversificados.
Ejemplos de libros de baja fantasía:
- Harry Potter de J. K. Rowling.
- American Gods de Neil Gaiman.
- Preacher de Garth Ennis, Glenn Fabry y Steve Dillon.
Fantasía oscura (dark fantasy)
La fantasía oscura suele incluir temas inquietantes y sombríos, como la decadencia moral, la corrupción del poder y la inevitabilidad de la muerte. Los mundos en la fantasía oscura, inventados o reales, tienden a ser distópicos o crueles, y los personajes suelen enfrentarse a fuerzas malignas. Pueden aparecer elementos de terror junto con la fantasía.
Características:
- Tono sombrío y temas relacionados con el terror.
- Mundos crueles, violentos o distópicos.
- Personajes de moralidad compleja, antihéroes o corruptos.
Ejemplos de libros de fantasía oscura:
- La torre oscura de Stephen King.
- La primera ley de Joe Abercrombie.
- Crónicas vampíricas de Anne Rice.
Fantasía urbana (urban fantasy)
La fantasía urbana se desarrolla en un entorno contemporáneo, generalmente urbano, donde elementos sobrenaturales o mágicos conviven con la vida cotidiana. Este subgénero es conocido por integrar lo fantástico en escenarios modernos, lo que crea un contraste entre lo ordinario y lo extraordinario.
Características:
- Ambientación en ciudades modernas o contemporáneas.
- La magia y lo sobrenatural coexisten con la vida diaria.
- Protagonistas a menudo involucrados en la resolución de misterios o en luchas entre facciones sobrenaturales.
Ejemplos de libros de fantasía urbana:
- Neverwhere de Neil Gaiman.
- Cazadores de sombras de Cassandra Clare.
- La saga de Harry Dresden de Jim Butcher.
Fantasía histórica (historical fantasy)
Este subgénero fusiona la fantasía con la historia, introduciendo elementos mágicos o sobrenaturales en épocas pasadas. Los autores de fantasía histórica a menudo se inspiran en eventos, culturas o figuras históricas reales, y les añaden un toque fantástico.
Características:
- Ambientación en períodos históricos reales.
- Elementos mágicos, sobrenaturales o mitológicos que se entrelazan con la historia.
Ejemplos de libros de fantasía histórica:
- Jonathan Strange y el señor Norrell de Susanna Clarke.
- El libro de los nombres de los muertos de Michael Scott.
- El último unicornio de Peter S. Beagle.
Conclusión
La novela fantástica ha evolucionado desde sus raíces en mitos y leyendas hasta convertirse en el género diverso y multifacético que es hoy en día. Cada uno de sus subgéneros ofrece una visión única del mundo, ya sea a través de la magia, el terror o el contraste entre lo sobrenatural y lo cotidiano.
Los libros de fantasía son tan diversos que abarcan un público amplio de características demográficas variadas en cuanto a edad, género, etc., aspecto que ha contribuido al auge de su popularidad en la actualidad. Blogs como Tierra quebrada o El caballero del árbol sonriente publican reseñas y recomendaciones de libros de fantasía de distintos subgéneros y temas para todos los gustos.