Ya has terminado tu libro; está revisado, corregido y listo para publicar. Sin embargo, cuando empiezas a contactar con editoriales, ves que estas ofrecen distintos modos de publicación, y te empiezan a surgir dudas. ¿Cuál es mejor? ¿Deberías optar por pagar para publicar tu libro? ¿Lo dejas todo en manos de un editor? ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de la de la publicación tradicional? ¿Y de la autopublicación?
En este nuevo artículo, hablaremos de la publicación tradicional, y de cuáles son sus ventajas y desventajas, para saber cómo escoger la forma de publicar más adecuada para ti y tu libro.
¿En qué consiste una publicación tradicional?
La publicación tradicional de un libro es aquella en la que el proceso de edición por completo (corrección, maquetación, distribución, etc.) está a cargo de una editorial, es decir, de un editor o una editora no independiente.
Actualmente, hay cada vez más autores que se autopublican, ya sea por decisión propia o porque su obra no encaja en la línea de ninguna editorial; sin embargo, la mayoría de escritores sigue optando por una publicación tradicional. Esta última sigue relacionándose en el imaginario popular con una mayor calidad tanto del libro como del autor. La realidad, no obstante, es que ambos tipos de publicación tienen ventajas y desventajas: no se puede afirmar de forma universal cuál es mejor, pues para tomar la decisión correcta habrá que fijarse en las necesidades y las características del libro y, por supuesto, del autor.
¿En qué casos, pues, conviene apostar por la publicación tradicional como primera opción? Para discernirlo, es imprescindible conocer los puntos fuertes y débiles de esta forma de publicar un libro.
Ventajas y desventajas de la publicación tradicional
Veamos de forma detallada cuáles son los pros y los contras de la publicación tradicional de un libro.
Ventajas de la publicación tradicional
- Costes. En una publicación tradicional no hay una inversión monetaria por parte del autor. Esta es la principal diferencia con la autopublicación, en la que el escritor debe financiar el proyecto de edición de su propio bolsillo, y también el principal motivo por el que muchos autores prefieren optar por publicar de forma tradicional. Seamos claros: no todo el mundo puede optar por gastar su propio dinero para publicar un libro con el riesgo que supone no tener garantías fijas de que resultará rentable, algo que también tienen en cuenta los editores. Esta es la razón de que las editoriales rechacen miles de manuscritos cada año: puesto que van a correr ellas con los gastos, intentan publicar obras que, como mínimo, les permitan cubrir la inversión realizada. Sin embargo, si logras pasar el filtro, conseguirás que tu libro sea publicado sin tener que gastarte un solo euro. ¡Ojo! Es posible que algunas editoriales intenten hacerte pasar un modelo de coedición como una publicación tradicional. ¡No son lo mismo! Asegúrate de leerte bien cualquier contrato antes de firmarlo, y resuelve todas las dudas y las condiciones que no queden cien por cien claras con la editorial (si es por escrito, mejor).
- Calidad. Como ya he dicho, las editoriales suelen publicar obras que, según su línea editorial, consideran que tienen potencial comercial. Así, de alguna forma, ver el sello de una editorial tradicional en la portada de un libro da ciertas garantías al lector de su calidad, tanto a nivel comercial como literario. Es importante, no obstante, tener en mente que esto es algo que suele influir en el público, pero no es necesariamente verdad: algunas obras publicadas de forma tradicional, independientemente de su éxito comercial, no destacan por su calidad narrativa; y hay muchos libros autopublicados muy bien escritos. Sin embargo, es un aspecto que los lectores pueden tener en cuenta, por lo que contar con el respaldo de una editorial tradicional puede aumentar la confianza del público hacia tu obra, al menos, en la primera impresión.
- Profesionalidad. La inversión de la editorial en una publicación tradicional no implica solo que esta corra con los gastos de impresión y distribución. Para llevar a cabo la publicación de la obra, los editores cuentan con un equipo de profesionales que ofrecen su apoyo en distintas partes del proceso de edición y publicación de la obra: desde la corrección hasta la distribución, pasando por la maquetación y el diseño de la portada, el libro está en manos de profesionales que se encargarán de conseguir la máxima calidad tanto en el contenido (texto) como en la forma (libro físico).
- Tiempo: Sin bien en la publicación tradicional los tiempos del proceso de edición los marca la editorial, el papel del editor y su equipo permite que el escritor ahorre tiempo personal y la preocupación de tener que encargarse él mismo de coordinar la publicación y/o llevar a cabo algunas de las partes del proceso (maquetación o corrección, por ejemplo). Esto puede ser algo especialmente ventajoso en el caso de escritores que no viven exclusivamente de la literatura, que necesitan un empleo para subsistir que ya les ocupa mucho tiempo (como es el caso de muchos autores publicados).
Desventajas de la publicación tradicional
- Control: Puesto que la editorial es quien realiza la inversión y quien esta a cargo de toda la publicación, el autor suele tener menos control sobre la edición en el caso de optar por una publicación tradicional en vez de una autopublicación. No obstante, el control que cede el autor sobre las decisiones no suele ser completo; la gran mayoría de editores tienen en cuenta (y mucho) las opiniones y peticiones del autor y le invitan a participar en el proceso de publicación pidiéndole que revise la maquetación para comprobar que está conforme, escuchando sus ideas para el diseño del libro e involucrándole en la promoción de la obra a pequeña escala a nivel local.
- Royalties: Este es el principal motivo por el que los autores deciden optar por una autopublicación. La inversión del editor va acompañada de una inversión económica, cuyos costes debe cubrir con la venta del libro. El resultado es la disminución del margen de ganancias del autor por cada libro vendido; a diferencia de la autopublicación, en la publicación tradicional los autores reciben unos royalties, un porcentaje del PVP de cada ejemplar vendido, que normalmente se mueven entre el 8 y el 10 por ciento en el caso del libro físico, siendo más elevado en la versión digital (puesto que la editorial se ahorra el coste de la distribución, la impresión, etc.). Además, generalmente, el autor recibe su parte de las ventas de forma periódica, cada año o cada seis meses, según lo que se acuerde en el contrato de edición; el escritor no dispone de sus ganancias de forma inmediata. En algunos casos, los editores dan un adelanto de los royalties; esto suele hacerse cuando el autor ya tiene algo de recorrido o renombre que garanticen un éxito comercial, es decir, cuando no es su primer libro o cuando se trata de una personalidad con mucho público (influencers, artistas e incluso políticos, por ejemplo).
- Promoción. Aunque en la publicación tradicional la editorial gestiona también la promoción, la realidad es que en la mayoría de editoriales pequeñas parte de esta corre a cargo del autor. Si bien el editor promociona la obra en redes sociales y/o prensa, y procura darla a conocer en plataformas, la promoción del libro a nivel local adquiere mucha importancia, y es el autor quien debe moverse para promocionarla en su círculo. Esto no debería suponer un gran problema si se dispone de contactos, pero en la mayoría de casos se limita el alcance del libro y tarda más en llegar a un público amplio.
- Derechos. Publicar un libro de forma tradicional con una editorial implica necesariamente la cesión de ciertos derechos por parte del autor. En concreto, el tiempo de la cesión puede suponer problemas para el autor, especialmente si el libro no consigue el resultado esperado; en caso de tener un contrato de, por ejemplo, cinco o diez años, si el editor decide no imprimir ni promocionar más de una edición el escritor no podrá legalmente buscar otras formas de comercializar su obra, que se quedará «atrapada».
Cosas a tener en cuenta antes de decidirte
Imagina que te has decidido por una publicación tradicional. Tras enviar tu manuscrito a varias editoriales en las que pueda encajar tu obra, una de ella te contesta y te propone publicarla. Pero ¿estás seguro de que es la opción más adecuada? ¿Deberías aceptar o esperar a que surjan otras oportunidades? Para poder valorar tu decisión, debes tener en cuenta algunos aspectos.
Es importante conocer algo de la editorial antes de acceder a la publicación. Aunque se trata de un trabajo que deberías hacer antes de enviar tu manuscrito para que lo valoren, también es importante que profundices en tu investigación sobre una editorial concreta una vez que el editor muestre su interés. Para ello, puede serte útiles consultar las redes sociales de la editorial, ver qué es lo que dicen los lectores y cómo se promocionan las obras.
Asimismo, es necesario que intentes encontrar opiniones de otros autores que hayan publicado con ellos; puedes fijarte en si hay algún autor que haya publicado más de una obra en la misma editorial, pues esto sería una señal de que dicho escritor está satisfecho con los resultados. Consultar algunos libros de la editorial es también una buena forma de comprobar la calidad del proceso de edición.
Por último, lo más importante: el contrato de edición. Antes de firmar los términos de la cesión de derechos es imprescindible que realices una lectura atenta lápiz en mano y que vayas apuntando todos aquellos aspectos que te generan dudas o que no te convencen. Los contratos de edición están regulados por la Ley de propiedad intelectual; puedes (y debes) consultar cuáles son los términos imprescindibles que esta marca (en este artículo te cuento las características del contrato de edición).
No firmes a la primera: plantéale a tu persona de contacto todas las preguntas que te surjan, consulta si se pueden flexibilizar algunas condiciones, y asegúrate de que queda todo bien claro. Firma solamente cuando compruebes que, efectivamente, el contrato de edición refleja todos los acuerdos a los que has llegado con la editorial de manera inequívoca, sin ambigüedades ni posibilidades de malinterpretación. Y, si te surge alguna duda, contacta con algún profesional independiente que pueda asesorarte de forma objetiva sobre el tema.
No hay que ser desconfiado, pero la publicación de tu libro es un paso muy importante en tu carrera como escritor; asegúrate de hacerlo bien.