La figura del agente literario es cada vez más relevante en el sector editorial debido al estado de saturación de la industria. Se escriben muchísimos más libros de los que se publican, y eso implica que los editores reciben una cantidad enorme de manuscritos para valorar. En este contexto, el agente literario puede ser una llave a la publicación tradicional.
La importancia del agente literario
No vamos a mentir: las editoriales tradicionales rechazan la mayoría de las propuestas que les llegan. Sin embargo, en muchos casos no es por falta de calidad, sino de medios. Las editoriales, especialmente las independientes, no pueden editar todas las obras que querrían, por lo que son muy selectivas.
Contar con un agente literario en el proceso de edición y publicación de tu obra puede aumentar tus posibilidades de firmar un contrato de edición con una editorial. Este profesional del sector, que actúa como representante del escritor e intermediario entre este y la editorial, no solamente tiene conocimientos sobre edición. También cuenta con una comprensión profunda del proceso de publicación y del sector editorial, desde los diferentes sellos editoriales hasta las últimas tendencias de mercado.
Un agente literario tiene contactos entre editores y editoriales. Esto, en un sector saturado, es una oportunidad perfecta para conseguir visibilidad como escritor y lograr que los editores valoren y tengan en cuenta tu obra.
¿Cuál es el trabajo del agente literario?
Algunas de las funciones que tiene la figura del agente literario son:
- Asesoramiento y apoyo en publicación. Gracias a su conocimiento del sector y a sus contactos, un agente literario puede asesorar al autor sobre qué tipo de publicación es más conveniente y en qué editoriales podría encajar. Los agentes literarios, debido a su papel en el proceso de edición, suelen saber bastante bien qué puede interesar a los editores y cuáles van a ser las tendencias literarias. Por ese motivo, los editores priorizan las propuestas enviadas a través de un agente literario.
- Defensa de los intereses del autor. Una vez conseguido un contrato de edición, el agente literario se encarga de revisar las condiciones para asegurarse de que son beneficiosas para su escritor representado. También negocia la cesión de los derechos de autor: licencias, derechos de traducción, publicación en el extranjero, etc. Cuando ya se ha publicado la obra, el agente literario es el encargado de gestionar la información de ventas, los pagos al autor y las liquidaciones de los derechos.
- Promoción y visibilización. A pesar de que las editoriales, sobre todo las más grandes, ya tienen planes de marketing para las obras que publican, un agente literario también hace tareas de promoción en favor de su representado. Por ejemplo, puede asistir a ferias nacionales e internacionales para dar a conocer la obra e intentar conseguir que se publique en otros mercados. También puede conseguir entrevistas o eventos para el escritor gracias a sus contactos en el sector.
En cuanto al pago por sus servicios, un agente literario no debería pedir dinero por adelantado a cambio de su trabajo. Por lo general, los agentes cobran a comisión, es decir, se llevan un porcentaje de las regalías del autor por cada venta. Esta comisión suele rondar entre el 10 y el 20 por ciento, pero se fija en el contrato entre escritor y agente al comenzar los servicios.
Debes tener que cuenta que hay profesionales que se publicitan como agentes literarios y que exigen a los escritores un pago antes de aceptar la representación de sus obras. ¡Asegúrate bien de las condiciones cuando busques agente! Un agente literario de verdad nunca te pedirá dinero; hace una inversión, que luego recupera con las comisiones por las ventas.
¿Por qué trabajar con un agente literario?
Los editores prefieren valorar una obra presentada por un agente literario antes que una propuesta de forma espontánea por parte del autor, ya que lo consideran una señal de que esta tiene las características que buscan.
Si un agente literario propone la publicación de un libro, el editor tiene la seguridad de que un profesional de la edición lo ha evaluado previamente y ha comprobado que cumple con las exigencias de calidad y potencial comercial necesarias, y también que encaja en la línea editorial en cuanto a género, temática, etc.
Esto les ahorra trabajo y tiempo, algo que valoran debido a la gran cantidad de propuestas que reciben cada mes. De hecho, algunas de las editoriales más grandes solamente están abiertas a publicar obra de escritores noveles y/o anónimos si intermedia un agente literario. Por tanto, si se quieren aumentar las posibilidades de publicar con una editorial tradicional, es muy recomendable contar con un agente literario.
Nuevas realidades en el sector
El auge de la autopublicación y del libro digital ha provocado que la figura del agente literario sufra una transformación para adaptarse a la nueva realidad y las actuales necesidades del sector. En este sentido, algunos agentes literarios se han acercado al rol de editor, gestionando la publicación de las versiones digitales de las obras de sus representados, asesorando y acompañando a autores en el proceso de autopublicación o incluso publicando obras bajo su propio sello.
Esto puede producir un conflicto de intereses en algunos casos, especialmente en cuanto a los cobros. Por ejemplo, si un autor contrata los servicios de un agente literario y este publica su obra, puede darse el caso de que, además de la comisión por las ventas, pida una tarifa por sus servicios de edición y publicación.
Por otro lado, la configuración del agente literario como editor puede convertirlo en competidor directo de las editoriales, lo que afectaría a su papel como agente (y a los escritores a los que represente como tal).
Si te interesa profundizar en este tema, aquí te dejo el enlace a la traducción de un artículo muy interesante sobre el estado de esta cuestión en la actualidad.